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Carta bien abierta a una colega en Paquistán

Carta bien abierta a una colega en Paquistán Mi colega y amiga Alina Lotti, está en un país que aún no imagino totalmente, en Paquistán, junto a las faldas lejanas del Monte Himalaya y con el calor de los médicos cubanos.
Alegre, optimista, tremenda profesional y persona, junto a sus dotes de buena madre de dos adolescentes, Alina ha visto con sus ojos las irreverencias de la naturaleza –cuando en minutos un terremoto acabó con todo--, pero ha conocido el agradecimiento de corazón del ser humano, cuando otro se acerca a aliviar sus males –a veces sin palabras, porque hay momentos en que los idiomas sobran, vamos a lo primario, a lo que nos distinguió en la familia sappiens, vamos al corazón--.
Tamaña tarea la de nuestros médicos y especialistas de la salud, la que conozco de cerca con realidad palpable en África y que mis otras colegas cercanas (¡otra Alina también!) experimentó en los campos de Guatemala, o Vivian encontró los contrastes en Mali. Es una de las razones para defender una Revolución.
Junto a Alina hay decenas de mujeres que tienen el bisturí y el estetoscopio como armas para pelear contra la muerte, exponentes de ese mayoritario porcentaje que hoy son las técnicas en Cuba. Magníficas trabajadoras, amigas, madres, esposas, hermanas…
Sé que hay momentos en que el “gorrión” se posa y una quiere espantarlo aunque sea tratando de descubrir la fórmula química que tendría esa piedra que se trata de tirar a la corriente de un río o desmenuzando un hilo para saber si la fibra es de algodón o sintética. A una la hala el barrio, el trabajo, los muchachos, papi y mami, el esposo o el novio… Se extraña el caminar por las calles, el mar siempre azul y hasta se siente nostalgia por el camello y su sempiterna larga cola. Alina añorará su “bebetica” y su barrio, por el cual no corre ningún arroyo que tenga el color del naranjo.
Pero somos mujeres de esta época. Mujeres de Cuba revolucionaria. Pensamos un poquito, los ojos se humedecen, se echa un suspiro –a veces, sin que se den cuenta--, nos sonreímos y palante.
Alina, no podía pasar este día sin saludarte: por el día de nosotras, las mujeres, y por el próximo 14, el de la prensa cubana.

¡Felicidades este 8 de Marzo, amigas!

3 comentarios

Alex -

Díganos sobre todos los presos políticos castro han cerrado en la cárcel

Anónimo -

Encendida
viene la edición de abril de
www.AndresRivero.com
Cuba en el Recuerdo

Anónimo -

le sugeriria que cambiara el color de fondo, desde el punto de vista de diseño es inadecuado, es imposible leer cómodamente su blog.